Con los aforos reducidos, con el uso de las tecnologías modernas, con mucha dedicación añadida a todas las medidas de seguridad, hemos podido seguir adelante! Mucha gente han beneficiado de los efectos reales del yoga en el trabajo del estrés, estabilidad emocional, salud física y mental…
Clases durante la pandemia
29 Jul 2021 Deja un comentario
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Tirumalai Krishnamacharya
17 Jun 2018 Deja un comentario
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Quizá nunca hayas escuchado hablar de él , pero es posible que Tirumalai Krishnamacharya haya influenciado e incluso inventado tu Yoga. Ya sea que practiques las series dinámicas de Pattabhi Jois, el refinado alineamiento de B.K.S. Iyengar, las posturas clásicas de Indra Devi o el Vinyasa del ViniYoga hecho a tu medida, tu practica se origina en la misma fuente: un bramin de un metro cincuenta y cinco nacido hace mas de cien años en una pequeña aldea del sur de la India. No cruzo jamás ningún océano, pero el Yoga de Krishnamacharya se ha esparcido por toda Europa, Asia y las Américas.
Es difícil encontrar hoy día una tradición yoguica cuyas asanas no haya influenciado. Aun cuando aprendas de algún yogui apartado ahora de las tradiciones asociadas con Krishnamacharya, es bastante probable que tu maestro haya estudiado previamente el método Iyengar, Ashtanga, o Viniyoga antes de desarrollar su propio estilo. Rodney Yee, que aparece en numerosos y populares videos, estudio por ejemplo, con Iyengar. Richard Hittleman, un conocido yogui de la T.V. de los años 70 estudio con Devi. Otros profesores han incorporado enseñanzas de varios estilos basados en Krishnamacharya, creando a su vez métodos particulares tales como el White Lotus Yoga de Ganga White y el ISHTA Yoga de Manny Finger. La mayoría de los profesores incluso de estilos no directamente relacionados con Krishnamacharya – Sivananda y Bikram yoga, por ejemplo – han sido influenciados por algunos aspectos de las enseñanzas de Krishnamacharya. Muchas de sus contribuciones han sido integradas de tal modo en el tejido de la tela del Yoga que, la fuente ha sido olvidada. Se dice que Krishnamacharya es responsable del moderno énfasis en Shirshasana (paro de cabeza) y Sarvangasana (equilibrio sobre los hombros). Fue pinero en el refinamiento de las posturas, en optimizar sus secuencias y en atribuir valor terapéutico a asanas especificos. Al combinar pranayama y asanas, hizo de las posturas una parte integral de la meditación, en lugar de ser un paso en el camino que a ella conduce. En efecto, la influencia de Krishnamacharya se puede apreciar, mas nítidamente, en el énfasis en la practica de asanas, que ha llegado a ser la rubrica del Yoga de hoy. Probablemente no ha existido otro yogui que haya desarrollado tan deliberadamente las practicas físicas. En el proceso, transformo el Ata – que era un oscuro riachuelo del Yoga – en su cauce principal. El resurgimiento del Yoga en India le debe muchísimo a sus innumerables tours y demostraciones, durante los años 30 y también a sus cuatro más famosos discípulos – Jois, Iyengar, Devi y a su propio hijo T.K.V. Desikachar, que han jugado un enorme rol en la popularización del Yoga en Occidente.
Recuperando las raíces del yoga
Cuando la Revista americana, especializada en yoga Yoga Journal me pidió que escribiera sobre el legado de Krishnamacharya pensé que seria tarea fácil seguir la huella de alguien que, murió solo hace una década. Descubrí, sin embargo, que Krishnamacharya sigue siendo un misterio, incluso para su propia familia. Nunca escribió sus memorias o se atribuyo alguna de sus numerosas innovaciones. Su vida esta envuelta en mito. Aquellos que lo conocieron bien ya son demasiado ancianos. Y si perdemos sus recuerdos, corremos el riesgo de perder mucho mas que la historia de uno de los hombres mas notables del yoga, corremos el riesgo de perder la visión de la historia de esta vibrante tradicion que hemos heredado. Es curioso ver como la evolución de la personalidad de este hombre multifacético influencia el Yoga que practicamos hoy día. Krishnamacharya comenzó su carrera como profesor perfeccionando su estricta e idealista versión del hatha yoga. Y, a medida que la corriente dela historia lo fue forzando a adaptar, se transformo en uno de los mas grandes reformadores del Yoga. Algunos de sus estudiantes lo recuerdan como un maestro riguroso y volátil, B.K.S. Iyengar me dijo que Krishnamacharya podría haber sido un santo ni no hubiese sido tan egocéntrico y tenido tan mal genio. Otros lo recuerdan como un gentil mentor que valoraba sus individualidades. Desikachar, por ejemplo, describe a su padre como una persona amable que a menudo, colocaba sobre su cabeza las sandalias de su difunto guru, en un acto de humildad. Ambos hombres continúan siendo totalmente leales a su guru, aun cuando lo conocieron en diferentes etapas de su vida, es como si recordaran a dos personas diferentes. Es posible apreciar todavía en los tonos disonantes de las tradiciones que el inspiro, características aparentemente opuestas, algunas suaves, algunas estrictas, cada una atrayendo personalidades diferentes y agregando profundidad y variedad a nuestra practica de Yoga, todavía en desarrollo.
Emergiendo de las sombras
El mundo del yoga que Krishnamacharya heredo a su nacimiento, en 1888, era bastante diferente al de hoy. El yoga había perdido mucha fuerza debido a las presiones del régimen colonial británico. Solo un pequeño grupo de hindúes lo practicaba. Pero, a mediados del siglo diecinueve y comienzos del veinte, movimientos revitalizadores hindúes insuflaron nueva vida en la tradición india. De joven. Krishnamacharya se sumergió en el aprendizaje de diversas disciplinas clásicas hindúes, incluyendo el idioma sánscrito, rituales, leyes, medicina india básica. Con el tiempo, iba a canalizar este amplio bagaje de conocimientos hacia el estudio del Yoga, en donde sintetizaría la sabiduría hindú de estas tradiciones. Según notas biográficas escritas por Krishnamacharya cerca del termino de su vida, su padre lo habría iniciado en el Yoga a la edad de cinco años, época en que comenzó a enseñarle los Yoga Sutras de Patanjali, y le dijo que su familia descendía de un respetado yogui del siglo IX, Nathamuni. Aun que su padre murió antes de que Krishnamacharya alcanzara la pubertad, inculco en su hijo una gran sed por el conocimiento y el sedeo especifico e estudiar Yoga. En otro manuscrito Krishnamacharya escribió, que cuando todavía era un mocoso, aprendió 24 asanas de un Swami de Sringeri Math, el mismo templo que vio nacer el linaje de Shivananda Yogananda. Luego, a la edad de 16 años, hizo un peregrinaje al santuario de Narhamuni, en Alvar Tirunagari, donde se encontró, en una extraordinaria visión, con su legendario antepasado. Tal como siempre contó esta historia, se encontró con un anciano en la puerta del templo, quien le indico con el dedo un bosquecillo de mangos que había por ahí cerca. Krishnamacharya camino hacia el bosquecillo donde se desplomo de cansancio. Cuando volvió en si y se levanto, noto que se habían reunido a su alrededor varios yoguis. Su antepasado Nathamuni le canto versos de Yogarahasya (en sánscrito, La esencia del Yoga), un texto perdido hacia mas de mil años. Krishnamacharya lo memorizo y posteriormente lo transcribió. Las semillas de muchas innovaciones en las enseñanzas de Krishnamacharya se pueden encontrar en este texto, disponible ahora en una versión en ingles (Yogarahasya, traducido por T.K.V. Desikachar, Krishnamacharya Yoga Mandiram, 1998). Aun cuando la historia del autor pudiese aparecer rebuscada, apunta a un importante razgo de la personalidad de Krishnamacharya: Nunca se atribuyo originalidad. En su versión, el Yoga es divino. Todas sus ideas, originales o no, se las atribuyo a los antiguos textos, o bien a su guru. Después de su experiencia en el santuario de Nathamuni, Krishamacharya continuo la exploración de una panoplia de disciplinas clásicas indias, obteniendo diplomas en filosofía, lógica, divinidad y música. Practico Yoga a partir de los conocimientos rudimentarios, obtenidos en los textos y en alguna entrevista ocasional con algún yogui, pero siempre anhelaba estudiar mas profundamente, como le había recomendado su padre. Un profesor universitario lo vio practicando sus asanas y le recomendó que buscara un maestro llamado Shri Ramamohan Brahmachari, uno de los pocos hatha yoguis que todavía quedaban. Sabemos poco sobre Brahmachari, excepto que vivía en una remota cueva con su esposa y tres hijos. Krishnamacharya cuenta que paso siete años con su profesor memorizando los yoga Sutras de Patanjali, aprendiendo asanas y pranayama, y estudiando los aspectos terapéuticos del Yoga. Durante su aprendizaje. Krishnamacharya dice haber dominado 3000 asanas desarrollado algunos de sus mas notables talentos, como detener el pulso. A cambio de la instrucción, Brahnmachari le pidió a su leal pupilo que retornara a su ciudad a enseñar Yoga y a establecer una familia. La educación de Krishnamacharya le habría permitido conseguir una buena posición en cualquier prestigiosa institución, pero el renunció a esas oportunidades y prefirió honrar la promesa que le había hecho a su mentor. Y, a pesar de todo su entrenamiento, Krishnamacharya regreso a la pobreza. En los años de 1920 enseñar Yoga no era remunerativo. Los estudiantes eran pocos, y Krishnamacharya tuvo que aceptar un trabajo como capataz en una plantación de café. Pero, en sus días libres, viajaba por la provincia haciendo discursos y demostraciones de Yoga. Krishnamacharya hizo uso de los siddhis, las capacidades sobrenaturales del cuerpo yoguico, para popularizar el Yoga. Estas demostraciones – destinadas a despertar el interés de una tradición moribunda- incluían el suspender el pulso, detener vehículos con sus manos, el hacer posturas inverosímiles y levantar objetos pesados con sus dientes. Pensó que para enseñar Yoga, primero tenia que atraer la atención del publico. Por medio de un matrimonio arreglado, Krishnamacharya honro la segunda petición de su guru. Los antiguos yoguis eran ascetas que vivían en el bosque sin hogar ni familia. Pero el guru de Krishnamacharya quería que el aprendiera la vida de familia y que enseñara Yoga que sirviera al ciudadano común. Al comienzo esto resulto ser mas difícil de lo imaginado. La pareja vivía en tal pobreza que Krishnamacharya solo tenia un taparrabos, un retazo de genero del sari de su esposa. Mas tarde recordaría este periodo como el mas duro de su vida, pero las dificultades solo lograron endurecer aun mas su inquebrantable resolución de enseñar Yoga.
El desarrollo del Vinyasa Yoga
La fortuna de Krishnamacharya mejoro cuando en 1931 recibió una invitación para enseñar en el Sanskrit College de Mysore. Allí recibió un buen salario y la posibilidad de dedicarse por completo a la enseñanza del Yoga. La familia gobernante de Mysore, por mucho tiempo, había promovido todas las formas de arte autóctono, apoyando e inyectando nuevo vigor a la cultura india. Por mas de un siglo ya había patrocinado el Hatha Yoga y la biblioteca contenía las mas antiguas compilaciones ilustradas de asanas que ahora son conocidas: Sritattvanidhi (traducidas al ingles por el erudito en sánscrito Mormas E. Sjoman en The Yoga Tradition of the Mysore Palace, Adhinav Publications, New Delhi, 1999). Durante las dos décadas siguientes el Maharajá de Mysore ayudo a Krishnamacharya a promover el Yoga a través de la india, financiando demostraciones y publicaciones. Siendo diabético el Maharajá sintió fuertemente la relación entre yoga y la recuperación de la salud, y Krishnamacharya dedico mucho tiempo a desarrollar esta conexión. El puesto de Krishnamacharya en el Sanskrit College no duro mucho. Era demasiado estricto y sus alumnos se quejaron. Como al Maharajá le gustaba Krishnamacharya y no quería perder su amistad y consejo, le propuso una solución: le ofrecio la sala de gimasia del palacio para que iniciara su propia escuela de Yoga, Yogashala. Así empezó uno de los periodos mas fértiles de Krishnamacharya. Durante este tiempo desarrollo lo que hoy se conoce como Ashtanga Vinyasa Yoga. Como los pupilos de Krishnamacharya eran en su gran mayoría jóvenes activos, adapto técnicas de Yoga, gimnasia y lucha india, para desarrollar las secuencias dinámicas de asanas cuyo propósito era conseguir un insuperable estado físico. Este estilo de Vinyasa utiliza los movimientos de Surya Namaskar (saludo al sol) para entrar y salir de cada asana. Cada movimiento se coordina con una forma especial de respirar y drishti, o enfoque de los ojos en ciertos puntos, lo que ayuda a la concentración meditativa. Con el tempo Krishnamacharya estandarizo las secuencias de posturas en tres series: primarias, intermedias y avanzadas. Los estudiantes eran agrupados de acuerdo a su experiencia y habilidad, teniendo que memorizar cada secuencia antes de avanzar a la siguiente. Aun cuando Krishnamacharya desarrollo esta forma de practicar Yoga durante la década de 1930, permaneció prácticamente desconocida en occidente por casi 40 años. Recientemente se ha transformado en una de las formas de Yoga mas populares, gracias al trabajo de uno de sus mas leales y famosos discípulos: K. Pattabhi Jois. Pattabhi Jois conoció a Krishnamacharya en sus tiempos difíciles, antes de los años en el palacio de Mysore. Era un robusto niño de 12 años cuando asistió a una de las charlas de Krishnamacharya. Intrigado por la demostración de asanas le pidio a Krishnamacharya que le enseñara Yoga. Las lecciones empezaron al día siguiente, horas antes de que sonara la campana de la escuela y continuaron cada mañana por tres años hasta que Jois tuvo que abandonar su hogar para entrar en el Sanskrit College. Cuando Krishnamacharya acepto el puesto de profesor en ese College, dos años mas tarde, Pattabhi Jois, desbordando de alegría reanudo sus lecciones de Yoga. Jois conservo una inmensa cantidad de recuerdos de los años que estudio con Krishnamacharya. Durante décadas ha mantenido el trabajo que le dejo Krishamacharya con gran devoción, refinando las secuencias de asanas sin inflingirles modificaciones sustanciales, tal como un violinista clásico pudiera matizar la melodía de un concierto de Mozart, sin cambiar una nota. Jois, a menudo ha dicho que el concepto de vinyasa se origino en un antiguo texto llamado Yoga Kuruntha. Desgraciadamente, el texto desapareció, nunca nadie lo ha visto. Existen tantas historias sobre su descubrimiento y contenido – he escuchado por lo menos cinco de ellas que se contradicen – que uno se cuestiona su autenticidad. Cuando le pregunte a Jois si el había alguna vez leído el texto, respondió: “ No, solo Krishnamacharya”. Enseguida le resto importancia a la escritura, indicando varios otros textos que, también dieron forma al Yoga que aprendió de Krishnamacharya, incluyendo el Hatha Yoga Pradipika, los Yoga Sutras, el Baghavad Gita. Cualquiera fuesen las raíces del Ashtanga Vinyasa Yoga, hoy es uno de los mas influyentes componentes del legado de Krishnamacharya. Quizás, este método, originalmente diseñado para los jóvenes, nos muestra un camino mas amigable hacia una espiritualidad mas profunda en una cultura que valora la energía y lo externo mas que lo interno. En las ultimas tres décadas un numero creciente de yoguis se ha sentido atraído a su precisión e intensidad. Muchos de ellos han hecho el peregrinaje a Mysore, donde Jois todavía enseña.
Rompiendo una tradición
Aunque, Krisnamacharya le enseño a niños y jóvenes e el palacio de Mysore, sus demostraciones publicas atrajeron a diversas congregaciones. Disfrutaba del desafío de presentar el Yoga a públicos con diferente formación y educación. En sus frecuentes tours, que él llamaba viajes propagandísticos, introdujo el yoga entre los soldados británicos, los Maharajas musulmanes y los indios de todas las religiones credos. Krishnamacharya siempre enfatizaba que el Yoga era para todos, y adecuaba sus enseñanzas para asi respetar las creencias de sus estudiantes. Pero mientras pasaba por alto las diferencias culturales, religiosas y de clases, siempre mantuvo una actitud patriarcal hacia las mujeres. El destino sin embargo, le hizo una jugada: El primer estudiante que llevó su Yoga al escenario mundial pidió ser admitida vistiendo un sari… ¡ Y además era occidental! La mujer, que llego a ser conocida como Indra Devi (nacida en Zhenia Labunskaia, en la Latvia pre-soviética) era amiga de la familia real de Mysore. Después de ver una de las demostraciones de Krishnamacharya, pidió ser admitida como estudiante. Al comienzo ni extranjeros ni mujeres. Pero Devi insistió, persuadiendo al Maharajá que intercediera en su favor con este bramin. De mala gana Krishnamacharya inicio las clases, sometiéndola a una estricta dieta y a un difícil régimen de enseñanza destinado a quebrar su voluntad. Ella paso cada desafió impuesto por Krishnamacharya, llegando a ser amiga de el y ejemplar estudiante. Después de un año de aprendizaje, Krishnamacharya le pidió que enseñara Yoga. Le pidió que atrajera a las clases un cuaderno y paso con ella varios días dictándole sus conocimientos sobre como enseñar el Yoga, sobre dieta y pranayama. Inspirada en estas enseñanzas, escribió mas tarde el libro best seller sobre Ata yoga, Forever Young, Forever Healthy (Prentice Hall, Inc., 1953). Años después de haber estudiado con Krishnamacharya, Devi fundó la primera escuela de Yoga en Shangai, China, donde Madame Chiang Kai-shek fue una de sus alumnas. Posteriormente logro convencer a los lideres soviéticas de que el yoga no era una religión y asi pudo abrir las puertas de la Unión Soviética al Yoga, donde hasta entonces era ilegal. En 1947 se traslado a Estados Unidos. Viviendo en Hollywood llego a ser conocida como La primera Dama del yoga, atrayendo a estudiantes como Marilyn Monroe, Elizabeth Arden, Greta Garbo y Gloria Swanson. Gracias a Devi, Krishnamacharya pudo disfrutar de su primera exposición internacional. Aunque estudio con Krishnamacharya durante el periodo de Mysore, el Yoga que enseño Indra Devi tiene poco en comun con el ashtanga vinyasa de Jois. Como queriendo anunciar ya el altamente personalizado estilo de yoga que iba a desarrollar mas tarde, Krishnamacharya le enseño a Devi de una manera suave, adaptando las posturas, cada vez que era necesario, a sus limitaciones físicas. Devi siempre ha mantenido en sus enseñanzas este estilo suave. Aunque su estilo no utiliza Vinyasa, usa el principio de las secuencias de Krishnamacharya de manera que sus clases recorren un camino – empezando con posturas de pie, progresando hacia un asana central seguido de posturas complementarias y terminando con relajación. De la misma forma que ocurrio con Jois, Krishnamacharya le enseño a combinar pranayama y asanas. Los estudiantes de su linaje todavía practican, cada postura con una forma determinada de respirar. Devi agrego, además, un aspecto devocional a su trabajo que llamo Sai yoga. La postura principal de cada clase incluye una invocación de manera que el fulcro de cada practica contiene una meditación en la forma de una oración ecuménica. Aunque ella misma desarrollo este concepto, pudo ya haber estado presente en forma embrionica, en las enseñanzas que recibió de Krishnamachara. En sus últimos años, Krishnamacharya también recomendó cantos devocionales dentro de la practica de asanas. En la actualidad, acercándose a los 103 años, Devi recibe cada tarde estudiantes en uno de sus seis centros de Buenos Aires, Argentina. Y hasta hace tres años atrás, todavía enseñaba posturas. Bien entrada en sus noventa años, continuo viajando por el mundo, llevando la influencia de Krishnamacharya a mucha gente en Norte y Sudamérica. Su impacto en los Estados Unidos se diluyo cuando ella se traslado a vivir a Buenos Aires, en 1985, pero su prestigio en Latinoamérica se extiende mucho mas allá de la comunidad argentina del Yoga. Tendrás dificultades en encontrar a alguien en Buenos Aires que no haya escuchado hablar de ella. Se contacto con todos los estratos de la sociedad latina: El taxista que me llevo a la entrevista con ella, la describió como una mujer muy sabia, al día siguiente de mi entrevista, el ex presidente de Argentina, Carlos Menem la visito para pedirle su bendición y consejos. Las seis escuelas de Yoga de Devi, imparten 15 clases de asanas el día y los graduados de su curso de formación de profesores, que dura cuatro años, reciben un certificado internacionalmente reconocido que equivale a un grado pre-universitario.
Instruyendo a Iyengar
Durante el periodo en que Krishnamacharya les enseñaba a Devi y a Jois, brevemente también le enseño a un niño llamado B.K.S. Iyengar, quien creció para jugar, probablemente, el rol más significativo, en introducir el Ata yoga en Occidente. Es difícil imaginar como habría sido el Yoga que practicamos hoy día si la contribución de Iyengar, en especial su detallada, precisa y sistemática ejecución de cada asana, su investigación sobre las aplicaciones terapéuticas y su diferenciación por niveles, el riguroso sistema de entrenamiento que ha producido tantos profesores influyentes. También es difícil saber cuanto influencio su desarrollo posterior el entrenamiento que recibió de Krishnamacharya. Aunque intenso, el tiempo que paso junto a su maestro, fue corto: solo un año. Además de inculcar en Iyengar devoción por el Yoga, quizá, planto también las semillas que mas tarde germinarian en el yoga de Iyengar. (Algunas de las características por las cuales es conocido hoy día particularmente las modificaciones a las posturas y sus usos terapéuticos son muy similares a las que Krishnamacharya desarrollo en su trabajo de los últimos años). Posiblemente cualquier investigación profunda en el Ata yoga produce resultados similares. De cualquier modo, Iyengar siempre ha idolatradao el guru de su niñez. Todavía dice: “ Soy solo un pequeño modelo en Yoga, mi guru fue un gran hombre”. Al comienzo, el porvenir de Iyengar no era claro. Cuando Krishnamacharya lo invito a vivir en su hogar – la esposa de Krishnamacharya hermana de Iyengar –predijo que el poco flexible adolescente no tenia futuro en el yoga. De hecho, lo que cuenta Iyengar de su vida con Krishnamacharya suena como una novela de Dickens. Krishnamacharya podía ser un profesor estrictísimo. Al comienzo casi no se tomo la molestia de enseñarle a Iyengar, quien se pasaba la mayor parte del tiempo regando el jardín y haciendo todo tipo de tareas menores. El único amigo que tenia era su compañero de habitación, un niño llamado Keshavamurty, que era el favorito de Krishnamacharya. Una extraña jugada del destino hizo que un día desapareciera Keshavamurthy para nunca mas volver. Solo faltaban días para una importante demostración en el Yogashala y Krishamacharya, naturalmente, confiaba en su pupilo estrella para que demostrara los asanas. Enfrentando a esta crisis, Krishnamacharya rápidamente comenzó a entrenar a Iyengar en una serie de complicadas posturas. Iyengar practico, en forma diligente, y el día de la demostración sorprendió a Krishnamacharya con una excepcional actuación. Después de esto, Krishnamacharya comenzó la instrucción de su pupilo con renovado vigor. Iyengar progreso rápidamente y empezó también a asistir a Krishnamacharya en sus clases en el yogashala y a acompañarlo en tours. Krishnamacharya continuo sin embargo su autoritario estilo de instrucción. En una oportunidad cuando Krishnamacharya le ordeno que hiciera hanumamanasana, (apertura completa de piernas, split), Iyengar se quejo de que nunca había hecho es postura antes. ¡Hazlo! Le grito Krishnamacharya. Iyengar lo hizo desgarrándose los músculos de la corva. Su corto aprendizaje termino abruptamente. Después de una demostración de Yoga en el norte de la provincia de Karnataka, un grupo de mujeres le pidió a Krishnamacharya que les enseñara. Krishnamacharya eligió a Iyengar, su estudiante mas joven, para que impartiera esa clase. En esa época las clases eran segregadas, es decir, las mujeres estudiaban separadamente de los hombres. Iyengar impresiono a las mujeres con su forma de enseñar. Y, a pedido de ellas, Krishnamacharya designo a Iyengar como su instructor. Enseñar fue una promoción para Iyengar, pero no contribuyo mayormente a mejorar su situación. Enseñar yoga era todavía una profesión marginal. A veces, recuerda Iyengar, comía solo un plato de arroz cada tres días, sustentándose solamente con agua. Pero se entrego en cuerpo y alma al yoga. De hecho, Iyengar dice que era tal su obsesión por el yoga que, algunos vecinos y miembros de la familia creyeron que había enloquecido. Practicaba durante horas, usaba pesadas piedras para forzar sus piernas en Baddha Konasana (sentado con las plantas de los pies juntas) o bien doblándose hacia atrás sobre un rodillo compactador de cemento para mejorar su Urdhva Dhanurasana (la araña). Preocupado por su bienestar, el hermano de Iyengar arreglo su matrimonio con una joven de 16 años llamada Ramamani. Afortunadamente, Ramamani respetaba su trabajo y llego a ser una compañera muy importante en su investigación de asanas. Varios ciento de millas alejado de su guru, la unica forma que tenia Iyengar de aprender mas sobre asanas, era explorar con su propio cuerpo y analizar los efectos. Con la ayuda de Ramamani, Iyengar refino y mejoro las asanas que aprendió de Krishnamacharya. Al igual que krishnamacharya, a medida que Iyengar ganaba estudiantes, iba adaptando y modificando las posturas para satisfacer sus necesidades. Y también, al igual que Krishnamacharya, Iyengar nunca dudo cuando tuvo que innovar. En gran medida, abandono el estilo Vinyasa de su mentor. En cambio, al desarrollar cada postura, constantemente investigo la naturaleza del alineamiento interno, considerando los efectos de cada parte del cuerpo, incluso la piel. Debido a que muchos de los estudiantes que vinieron a el estaban en peores condiciones físicas que los jóvenes estudiantes de Krishnamacharya, Iyengar tuvo que aprender a desarrollar elementos especiales (props: elementos de ayuda como bloques de madera, cinturones de algodón, la pared) para ayudarles. Y , como alguno de sus estudiantes estaban enfermos, Iyengar empezó a desarrollar asanas como herramienta de curación, creando programas terapéuticos específicos. Adicionalmente, Iyengar empezó a ver el cuerpo como si fuera un templo y las asanas, como las oraciones. El énfasis de Iyengar en los asanas no siempre gusto a su maestro. Aunque en las celebraciones de los 60 años de Iyengar, Krishnamacharya elogio las aptitudes de Iyengar en la practica de asanas, le sugirió que ya era tiempo que se enfocara mas hacia la meditación. A través de las decadas de los años 30, 40 y 50, la reputación de Iyengar como maestro y como terapeuta continuo creciendo. Obtuvo estudiantes famosos y respetados, tales como el filosofo Jiddhu Krishnamurti y el violinista Yehudi Menuhin, quienes lo ayudaron a atraer estudiantes occidentales. En los años 60 el Yoga estaba formando parte de la cultura mundial, e Iyengar estaba siendo reconocido como uno de sus principales embajadores.
Sobreviviendo los años difíciles.
Aun cuando sus estudiantes prosperaban y difundían su evangelio yoguico, Krishnamacharya volvió a encontrarse con tiempos difíciles. Ya en 1947 el numero de alumnos había bajado, considerablemente, en el Yogashala. Según Jois, solo quedaban tres alumnos. El patrocinio gubernamental también se había terminado, India había obtenido su independencia los políticos que reemplazaron a la familia real de Mysore tenían poco enteres en el Yoga. Krishnamacharya lucho por mantener viva la escuela, pero en 1950 tuvo que cerrar. Un krishnamacharya de 60 años se vio en la situación de tener que empezar todo de nuevo. A diferencia de algunos de sus protegidos, Krishnamacharya no tuvo la fortuna de disfrutar de los beneficios de la creciente popularidad del Yoga. Continuo estudiando, enseñando y desarrollando su Yoga en casi total oscuridad. Iyengar estima que este periodo solitario , cambio la disposición de Krishnamacharya. Según Iyengar, Krishnamacharya podía permanecer distante bajo la protección del Maharajá de Mysore. Pero entregado a si mismo, obligado a conseguir sus propios estudiantes, tuvo mas motivación para adaptarse a la sociedad y desarrollar mayor compasión. Asi fue como, en 1950, cuando Krishnamacharya luchaba por conseguir trabajo, debió aceptar un puesto de profesor en Mysore, en el Vivekananda College de Chennai. Nuevos estudiantes aparecieron, incluyendo gente de diferentes profesiones, estratos sociales y en variadas condiciones de salud. Krishnamacharya tuvo que ingeniárselas para inventar nuevos métodos de enseñanza. Y, a medida que iban apareciendo estudiantes con menos aptitudes físicas algunos incluso con incapacidades, Krishnamacharya debió adaptar las posturas para satisfacer las necesidades de cada uno. Por ejemplo, instruía a un alumno que hiciera Paschimottanasana, (sentado con el cuerpo doblado hacia delante) con las rodillas estiradas para estirar los ligamentos de la corva, mientras que hacia hacer la misma postura a otro estudiante, pero con las rodillas dobladas. Del mismo modo, modificaba la respiración de acuerdo a las necesidades de sus alumnos, a veces reforzando el abdomen poniendo mayor énfasis en la exhalación otras, en la espalda, poniendo énfasis en la inhalación. Krishnamacharya variaba la duración, frecuencia y las secuencias en los asanas para ayudar a los estudiantes a alcanzar metas especificas de corto plazo, como recuperarse rápidamente de una enfermedad. Y , a medida que los alumnos progresaban, los ayudaba a refinar las posturas hasta conseguir la forma ideal. En su estilo particular, Krishnmacharya ayudaba a sus estudiantes a evolucionar de un Yoga que se adaptaba a sus limitaciones individuales, a un Yoga que maximizaba sus habilidades. Este enfoque, que hoy día se conoce con el nombre de Viniyoga, se convirtió en la marca registrada de la enseñanza de Krishamacharya en sus décadas finales. Krishnamacharya parecía siempre dispuesto a ampliar estas técnicas a casi cualquier estado de salud que presentara un desafió. En una oportunidad, un doctor le pidió que le ayudara con un paciente había tenido un infarto cerebral. Krishnamacharya manipulo los miembros sin vida del paciente poniéndolos en diferentes posturas, una especie de yogaterapia. Y como con muchos estudiantes de Krishnamacharya, la salud de esta persona mejoro, y también la fama de Krishnamacharya como terapeuta. Fue la reputación de terapeuta la que atraería al ultimo, y uno de sus mayores discípulos. Pero en ese tiempo, nadie -y menos Krishnamacharya – sospecharía que su hijo, T.K.V. Desikachar, llegaría a ser un famoso yogui, el que traspasaría del mundo del Yoga occidental, la linea completa de las enseñanzas de su padre, en especial la de los últimos años.
Manteniendo la llama viva.
Aunque nacido en una familia de yoguis, Desikachar nunca sintió el deseo de continuar con la tradición. De niño, se alejaba de su padre cuando este le pedía que hiciera asanas. Krishnamachatya lo agarro una vez, le ato las manos y pies en Baddha Padmasana ( postura del loto con los brazos cruzados detrás de la espalda y las manos en los pies) y allí lo dejo por media hora. Este tipo de pedagogía no motivo a Desikachar a estudiar yoga, pero seguramente la inspiración llego por otros medios. Después de obtener un titulo de ingeniero en la universidad, Desikachar vino a visitar a su familia por un corto tiempo. Iba camino a Delhi, donde le habían ofrecido un buen trabajo en una firma europea. Una mañana cuando estaba sentado en los peldaños de la entrada de la casa leyendo el periódico, vio acercarse por la estrecha calle un enorme vehículo americano que se detuvo justo en frente de la casa de Krishnamacharya. En ese preciso momento su padre salió de la casa, vistiendo solo un dhoti (tela de algodón enrollada alrededor de las caderas) y las marcas sagradas que indican una vida entera de devoción al dios Vishnu. Del asiento trasero del auto, descendió una mujer de apariencia europea, de mediana edad, gritando: “ ¡Profesor, profesor! ”. Se lanzo sobre los brazos de Krishnamacharya con un abrazo efusivo. La sangre debe habérsele ido de la cara a Desikachar al presenciar esto, y sobretodo, cuando vio que Krishnamacharya también la abrazaba. En esos días, las mujeres occidentales y los Bramines no se abrazaban especialmente no en medio de la calle, y menos tratándose de un Bramin tan observante como Krishnamacharya. Cuando se hubo ido la mujer lo único que atino a decir Desikachar fue : ¿Por qué?. Krishamacharya le explico que la señora habia estado estudiando yoga con el, y que gracias a su ayuda, la mujer por primera vez en 20 años había podido conciliar el sueño. Quizá, la reacción de Desikachar al escuchar esta revelación fue una suerte de providencia o karma, sin duda esta prueba del poder del yoga le sirvió como una curiosa epifanía que, cambiaria su vida para siempre. En un instante resolvió aprender lo que sabia de su padre. Krishnamacharya no recibió, de buen grado, este repentino interés de su hijo por el yoga. Le dijo que continuara con su carrera de ingeniero y que dejara el yoga tranquilo. Desikachar se negó a escuchar. Rechazo el trabajo en Delhi, encontró trabajo en una firma local e insistió a su padre que le diera clases. Eventualmente Krishnamacharya acepto. Pero, para asegurarse de que el interés de su hijo era genuino – o para descorazonarlo- Krishnamacharya también fijo la hora de inicio de las clases a las 3:30 de la mañana cada mañana. Desikachar acepto, pero también puso su propia condición: Nada que tenga que ver con Dios. Un ingeniero pragmático como el vio la necesidad de la religión. Krishnamacharya respeto la decisión de su hijo e iniciaron las clases con asanas y recitando los Yoga Sutras de Patanjali. Y, como la familia entera vivía en una sola habitación, no les quedo mas remedio, medio dormidos, que sumarse a las clases. Las lecciones continuarían por 28 años aunque ya no tan temprano. Durante los años que enseño a su hijo, Krihsnamacharya continuo refinando su enfoque sobre el Viniyoga, haciendo programas especiales para los enfermos, para las mujeres embarazadas, niños, y por supuesto, para aquellos en la búsqueda dela autorrealización espiritual. Llego, incluso, a dividir la practica de yoga en tres etapas, representando la juventud, la edad madura y la vejez: Primero, desarrollar fuerza muscular y flexibilidad, segundo, mantener la salud durante los años de trabajo y de sustento de la familia, y finalmente, ir mas allá de la practica física para enfocarse en Dios. Desikacachar observo que a medida que iban progresando los estudiantes, Krishamacharya no solo comenzaba a poner énfasis en l practica de asanas mas avanzadas, sino que también, en los aspectos espirituales del yoga. Desikachar se dio cuenta de que su padre sentía que cada accion era en si misma, un acto de devoción, que cada asana debía conducir hacia la calma interior. Del mismo modo, el énfasis que ponía Krishnamacharya en la respiración tenia por objeto transmitir implicaciones espirituales, conjuntamente, con beneficios fisiológicos. De acuerdo a Desikachar, Krishnamacharya describía el ciclo respiratorio como un acto de entrega: Inhala y Dios se acerca. Mantén la respiración, y Dios permanece contigo. Exhala, y tu te acercas a Dios. Mantén la exhalación, y entrégate a Dios. Durante los últimos años de su vida, Krisnamacharya introdujo los cantos vedicos en la practica de yoga, siempre ajustando el numero de versos para que coincidieran con el tiempo que los alumnos debían permanecer en las posturas. Esta técnica puede ayudar a los estudiantes a mantener enfocada la mente y los prepara para la meditación. Cuando Krishnamacharya se inclinaba hacia los aspectos espirituales del yoga, respetaba las creencias individuales. Una de sus mas antiguas estudiantes, Patricia Miller, que enseña hoy día en Washington D.C., recuerda que el dirigía las meditaciones ofreciendo alternativas. Instruía a sus alumnos que cerrara sus ojos observaran el espacio entre las cejas, y luego, decia: Piensa en Dios. Si no en Dios, en el sol. Si no en el sol, en tus padres. Explica Miller que Krishnamacharya exigía solo una condición: Que admitamos que existe un poder mas grande que nosotros mismos.
Preservando un legado.
Desikachar propaga hoy día el legado de su padre, dirigiendo el instituto Krishnamacharya Yoga Mandiram, en Chennai, India, donde se enseñan todos los diferentes enfoques que tenia Krishnamacharya sobre el yoga y sus escritos son traducidos publicados. Con el tiempo, Desikacahar abrazo toda la gama de las enseñanzas de su padre, incluyendo su veneración por Dios. Desikachar, sin embargo, comprende el escepticismo occidental y enfatiza la necesidad de despojar el yoga de sus atadura hinduistas, de manera que siga siendo un vehículo para toda la gente. La visón del mundo de Krishnamacharya estaba enraizada en la filosofía vedica, la vision del mundo occidental lo esta en la ciencia. Versado en ambas, Desikachar ve su rol como el de un traductor, llevando la antigua sabiduría de su padre a oídos modernos. El principal propósito de Desikachar y el de su hijo Kausthub, es el compartir esta antigua sabiduría con la próxima generación. Le debemos a nuestros hijos un futuro mejor, dice. Su organización mantiene clases para niños y también para los niños incapacitados. Y, además de publicar historias y guías espirituales con un sabor contemporáneo, Kusthub también esta produciendo videos para demostrar las técnicas, para enseñarle a los jóvenes, usando los métodos inspirados en el trabajo de su abuelo en Mysore. Aunque Desikachar paso casi tres décadas como alumno de Krishnamacharya, dice solo haber captado los fundamentos de las enseñazas de su padre. Tanto los intereses como la personalidad de Krishnamacharya semejan un calidoscopio, Yoga era solo una fracción de lo que el sabia. Krishnamacharya también estudio disciplinas como la filología, la astrología y también la música. En su propio laboratorio ayurvedico preparaba formulas en base a yerbas. En India sigue siendo as conocido como terapeuta que como yogui. También era conocido gourmet, horticulturista y un gran jugador de cartas. Pero el conocimiento enciclopédico que, a veces, lo hacia aparecer distante, incluso arrogante en su juventud – intelectualmente intoxicado, como suavemente lo caracteriza Iyengar- con el tiempo creo la necesidad de comunicarse mejor con la gente. Krishnamacharya se di cuenta de que una parte importante del conocimiento tradicional indio que el atesoraba estaba desaparecido, y decidió abrir su gran reserva de conocimientos a cualquiera con sano interés y suficiente disciplina. Sintió que el yoga tenia que adaptarse al mundo moderno o desaparecer. Hay un dicho indio que dice que cada tres siglos nace alguien para reenergizar una tradición. Es posible que Krishnamacharya fuera uno de esos avatares. Teniendo un gran respeto por el pasado, no dudo en experimentar e innovar. Desarrollando y refinando diferentes ángulos, hizo que el yoga fuese accesible a millones de personas. Esa difusión y facilitación del yoga a todo el mundo es su mas grande legado. Tan diversas como pueden ser las practicas nacidas del linaje de Krishnamacharya, la pasión y la fe en el yoga siguen siendo la herencia común. El mensaje tácito que proveen sus enseñanzas es que, el yoga no es una tradición estática, es un arte vivo, que respira y crece constantemente, a través de los experimentos y experiencias de cada practicante. Artículo de la Revista Yoga Journal – Autor Fernando Pagés Ruiz. (traducido por Fernando Maureira)
Horarios febrero 2018
10 Feb 2018 Deja un comentario
en Basico, Yoga Etiquetas:aprender yoga en caceres, ashtanga mysore caceres, ashtanga yoga, ashtanga yoga en cáceres, centro de yoga en cáceres, centro yogart caceres, clases de meditación en caceres, clases guiadas caceres, donde hacer yoga en cáceres, estilo mysore caceres, hatha yoga cáceres, horarios de yoga en cáceres, horarios yoga caceres, profesores de yoga en cáceres, relajación en cáceres, yoga centre caceres, yoga con vika, yoga con vika cáceres, yoga en caceres, yoga en el centro de cáceres, yoga en extremadura, yoga en febrero en caceres
Buenos días!!
La mejor forma para calentarse tanto por dentro como por fuera en este invierno tan frío, es hacer el yoga!! Os propongo echar un vistazo a nuestros horarios y nuestra oferta de las clases, esperando que encontréis algo que sea a vuestro gusto y nos veremos en clases!!
Lunes y Miércoles:
18.45 – 19.45 Hatha YOGA, nivel principiante e intermedio – 2 plazas
20.00-21.00 Hatha (dinámico), Vinyasa YOGA , nivel intermedio – 1 plaza
21.15-22.15 YOGA Dinámico, Vinyasa , principiante/intermedio – 2 plazas el lunes y 3 plazas el miércoles
Martes y Jueves:
08.00 – 09.30 – Ashtanga Vinyasa Yoga, estilo Mysore, todos los niveles – Hay plazas
18.45 – 19.45 Hatha Yoga, principiantes, yoga suave – Hay una plaza los jueves
20.00 – 21.00 YOGA Dinámico, nivel intermedio, elementos de Ashtanga Vinyasa – Grupo completo
21.15-22.15 Hatha Yoga y Pranayama, yoga suave para todos los niveles, embarazadas – Hay 2 plazas los martes y 3 plazas los jueves
Miércoles y Viernes:
08.30 – 09.30 Hatha Yoga, nivel principiante e intermedio – 4 plazas
Viernes
18.30-19.30 Hatha Yoga y Pranayama – hay plazas
19.30-21.00 Ashtanga Yoga, todos los niveles – hay plazas
Sábado:
09.30-11.30 Ashtanga Yoga, clase de ajustes y clase guiada – Empezamos en marzo 2018!
Aparte de las clases grupales, proponemos las sesiones individualizadas para una persona, parejas, familias. Trabajamos según el objetivo del practicante, tratamos problemas de la depresión, ansiedad, práctica con lesiones, yoga durante el embarazo, y también este servicio se ofrece para la gente muy ocupada que no pueden ir en horario de clases grupales y necesitan las sesiones esporádicas que se adapten a su ritmo. Cada clase se plantea individualmente, con el seguimiento personal.
¡Vuelta de la India!
04 Feb 2018 2 comentarios
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Namaste!
Ya estoy de vuelta tras dos meses en la India en el corazón de ashtanga yoga, Mysore. El tiempo ha pasado volando ya que su intensidad a veces estaba casi llegando a sus marcas más altas, que el tiempo parecía moverse por delante de mis propios ojos. Sin embargo, como siempre en India, se podía disfrutar de cada momento, aprovechar cada olor y cada color que te rodean por todos los lados, sentarse a ratos a leer y tomar un «ginger-lemon-very-little-honey-for-me-please» o charlar con una amiga mientras se tomaba un masala-chai o un riquísimo coco.
Los días empezaban sobre las 04.30 de la mañana para las clases guiadas (led-classes) o a las 05.00 en caso de las clases Mysore, pero en diciembre mi tiempo era más tarde y pude dormir un ratito muy agradable más! Así que ya a las 07.00 de la mañana yo salía de la clase y tenía todo el día por delante para aprender más, para disfrutar de mis lecturas, de mis clases de chanting (canto de textos vedicos en sánscrito), clases del mismo sánscrito y filosofía de los Upanishads, disfrutar de mis paseos al lago mágico con los cocodrilos y muchísimas otras especies de los aves y animales, ver la preciosa puesta del sol, volver a casa andando por los barrios típicos hindús (eso sí, a veces tenía que quedarme más en el lago ya de noche al quedarme encerrada allí y buscando la salida ))) ), ver la vida de la gente real – la vida tan llena de vida!!, cenar algo ligero y rico o solamente tomar un té…Y el próximo día fluía igual pero cada vez más rápido y con más intensidad…
Seguramente la información que recibes en lugares tan poderosos va a ir decodificándose y abriéndose con el tiempo. Ahora es el momento de dejar que la experiencia se asiente y se asimile – experiencia de practicar en presencia de la Maestra, experiencia de lanzarse a algo nuevo como el sánscrito y Mudra y alguna cosilla más, aparte del echo de ir a vivir sola dos meses al otro país, experiencias emocionales de amistades y aficiones, tratos con la propia salud que han llevado al cambio de look y la necesidad de prestar atención a los temas que ignoraba hasta hace poco, experiencias de reconocer a si misma y ver a si misma…
Ahora toca reintegrar la nueva yo dentro de la vida cotidiana, y seguro que va a ser muy rico y muy aventuroso!! Así que tengo muchísimas ganas de continuar con nuestras clases, de compartir todo lo que he traído dentro de mi, de ayudar a cada uno y cada una de vosotr@s que entraréis en mi espacio a encontrar vuestro camino en yoga y ayudaros abrirse a este camino tan precioso, a ratos tan complicado, pero tan enriquecedor que verdaderamente merece la pena pisarlo, atravesarlo y seguirlo!
Nos vemos en la esterilla o bien tomando un té sea donde sea ))
Namaste
Working on your jump through? Check this video!
08 Nov 2017 Deja un comentario
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Vídeo del curso de Sharath en Shanghai, explicación de la técnica correcta de los saltos, y la diferencia entre el salto de la gimnasia y el yoga. Muy bueno y muy útil para todos los ashtanguis!!
Saraswathi Jois – hija de Pattabhi Jois
14 Oct 2017 Deja un comentario
en Basico, Viajes, Video Etiquetas:ashtanga mysore, ashtanga vinyasa yoga, ashtanga yoga, maestra de yoga, mysore, saraswathi, saraswathi jois, sri pattabhi jois
Namaste!
Me gustaría presentar os mi Maestra, la hija de Guruji Sri Pattabhi Jois, Saraswathi Jois. Nacida en 1941, ella practicaba constantemente bajo las enseñanzas de su padre Sri K. Pattabhi Jois, desde los 10 hasta los 22 años. Saraswathi fui la primera mujer en ser aceptada en Sanskrit College de Mysore donde estudió las obras fundamentales del Sanscrito y continuó con el yoga de manos de su padre. Asistí a su padre durante muchos años, pero desde el año 1975 ella comenzó con sus propias clases. En 1986 Saraswathi ha revolucionado el mundo de yoga en la ciudad de Mysore, siendo la primera en enseñar los hombres y las mujeres juntos.
Saraswathi on feminine perspective:
On being a mother: «It took me ten years to learn the asanas well, then two children to forget about it, but the Yogic experience I got from that was more than any asana could ever give me.»
On being a grandmother: «Being a grandmother I do Yoga in Grand style.»
On a woman’s cycles: «A woman should learn to listen to her cycles and take rest rather than pushing forward on days of menstruating.»
On women: «Men are stronger than women physically, but women are more talented yogis. Yoga.»
Through the various stages of life, yoga practice naturally changes it’s form and becomes much more than just an asana. Being a woman. mother and householder with important responsibilities, our energy is redirected at times and our yoga practice gives us the courage to embrace change. The constant which always remains, is the clarity and balance that the ashtanga yoga practice gives. The years of practice become a framework for how we live our lives each and every day.
Ashtanga Yoga, ¿qué es?
28 Jul 2017 Deja un comentario
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Qué es Ashtanga Yoga?
Ashtanga Vinyasa Yoga es una forma de yoga dinámico. Se diferencia del hatha yoga por la práctica del vinyasa. Vinyasa significa literalmente sistema de movimientos y respiración sincronizados. Y estos movimientos son los que encadenan una postura con la otra. Cada postura está meticulosamente diseñada con un número determinado de movimientos y respiración de manera que un alumno avanzado enlazará las postura siguiendo fielmente el ritmo de respiraciones y movimientos. La secuencia de posturas siempre será la misma y el alumno irá añadiendo posturas a medida que su práctica progresa. Aparte del sistema de vinyasa otros elementos serán determinantes para la práctica: la respiración Ujjayi (pranayama), las bandas (cierres energéticos), el dristi (miradas) ayudan al practicante a concentrar y aumentar la energía a lo largo de la práctica.
La Respiración Ujjayi se obtiene al contraer suavemente la glotis (un pequeño músculo a la altura de la tráquea) que provoca una respiración sonora, lenta y regular. Es un elemento esencial durante toda la práctica. Al escuchar el sonido de nuestra respiración nuestra mente se va calmando y relajando.
Las Bandas son contracciones musculares que provocan un control de la energía. Mula Banda, a la altura del coxis, consiste en contraer los esfínteres anales y Uddyana Banda es una contracción abdominal. También está Jalandara Banda a la altura de la garganta que se practica durante algunos pranayamas (ejercicios respiratorios). Al realizar las bandas estamos aumentando nuestra concentración y controlando la energía.
El Dristi («mirada» en sánscrito) consiste en focalizar totalmente la mirada durante toda la duración de la postura. Cada postura tiene su dristi y esta concentración total de la mirada nos conduce a la meditación. También aumenta nuestra capacidad de concentración y tonifica nuestros músculos oculares siendo muy beneficioso para algunos problemas de vista.
A través de estos tres elementos, la respiración ujjayi, las bandas o control de los centros energéticos y el dristi o concentración a través de la mirada vamos a aumentar nuestra capacidad de concentración durante toda la práctica y vamos a aprender a controlar nuestra energía. Nos damos cuenta, a través de la práctica, que si no estamos muy concentrados es muy difícil realizar las posturas.
El Ashtanga Yoga practicado con una correcta respiración purifica el cuerpo físico, mental y emocional. A través del cuerpo accedemos a nuestros bloqueos emocionales tomando conciencia de ellos y también tomamos conciencia de nuestros procesos mentales aprendiendo a observarlos desde el desapego, sin identificarnos con ellos.
La Primera Serie (de asanas) de Ashtanga se llama también Yoga Chikitsa que significa terapia de yoga. Realizar esta práctica con asiduidad no sólo cura el cuerpo físico pero también el espíritu. Permite desarrollar e intensificar la concentración, controlando y purificando el pensamiento. Patanjali, el gran sabio que estructuró y recopiló todo el conocimiento del yoga en los Yoga Sutras habla de esta estrecha relación entre yoga y mente: «yogaha citta vritti nirodaha», con el yoga cesan las fluctuaciones de la mente.
A partir de entonces ya no estamos dominados por los dilemas y los conflictos. El yoga nos conduce a un estado mental más alerta, sereno y consciente. Dejamos de ser víctimas de nuestros procesos mentales y emocionales para cultivar un mayor dominio de nuestra mente. Al ganar dominio también ganamos libertad.
Ashtanga Yoga – Los ocho pasos
Patanjali, el gran yogui y sabio que vivió entre 500 y 200 años antes de Cristo, recopiló el conocimiento del yoga el unos sutras. En este texto Patanjali define el ashtanga yoga como el camino hacia la autorrealización del ser.
Ashtanga en sánscrito significa ocho ramas o pasos y yoga tiene muchos significados pero los dos más importantes son: unión y camino. El yoga lleva a la unión cuerpo, mente y espíritu. Cuando interiormente conectamos con nuestra esencia más profunda conseguimos que se desvanezca la dualidad y conectamos con el sí mismo. Es esa sensación de unidad que nos permite entrar en conexión. El segundo significado se refiere al camino para llegar a esa unión.
Iniciarse en el camino del ashtanga yoga supone practicar las ocho ramas.
Estas son:
1.- Yama: códigos morales
2.- Niyama: purificación personal
3.- Asana: posturas o práctica física
4.- Pranayama: control del prana a través de la respiración
5.- Pratyahara: retraer los sentidos de los objetos externos para iniciar la interiorización.
6.- Dharana: concentración mental
7.- Dhyana: meditación
8.- Samadhi: contemplación o unión total del ser con Dios
Los yamas y niyamas son considerados como los pilares o la base de esta realización personal pero muchas veces son imposibles de realizar para un occidental si no ha seguido desde pequeño una educación filosófica o religiosa.
Por ello, Sri. K. Pattabhi Jois recomienda empezar por la práctica de asanas para purificar el cuerpo y la mente, adquirir claridad mental.
Los yamas se pueden dividir en:
Ahimsa (no violencia)
Satya (decir la verdad)
Asteya (no robar)
Brahmacharya (continencia)
Aparigraha (desapego)
Los Niyamas se refieren más a una purificación personal:
Saucha (purificación del cuerpo)
Santosha (contento)
Tapas (disciplina)
Swadhyaya (estudio de textos filosóficos)
Ishwarapranidhana (devoción)
Asanas
En ashtanga yoga existen 3 series de asanas. La serie primera Yoga Chikitsa, desintoxica el cuerpo físico, alinea la columna verteral y purifica el cuerpo. La serie intermedia (nadi shodhana) purifica el sistema nervioso desbloqueando los canales de energía (nadis) y haciendo que la energía fluya libremente por el shushumna nadi (espina dorsal) y la serie avanzada Sthira Bhaga (subdividida en A-B-C-D) trabaja la fuerza y la resistencia.
De todos modos, desde el primer día de práctica podemos sentir como la práctica de asanas influye en nuestro sistema nervioso, en nuestra fuerza mental (concentración) y en nuestro estado de consciencia. Nuestra respiración se alarga y profundiza, nuestra concentración aumenta y poco a poco vamos adquiriendo un estado de paz interior no experimentado anteriormente. Los otros cinco pasos de ashtanga yoga van apareciendo poco a poco con el tiempo.
La paciencia es un elemento muy importante en la práctica del yoga. Es más importante haber iniciado el camino que estar más o menos cerca de la meta ya que la ambición de progresar nos aleja de la meta o de la realización del ser. Podríamos decir que la meta (si hay meta alguna) sería el ser conscientes del momento presente que vivimos en el día a día. La obsesión por progresar en la práctica de asanas nos aleja de la esencia del yoga porque tensa el cuerpo. He visto a mucha gente tener lesiones por desear avanzar demasiado rápido. Por ello me parece importante que un principiante lo tenga presente desde un principio.
El cuerpo es lento y hay que respetar su ritmo. Conocer y respetar el cuerpo es más difícil de lo que parece. Solo lo conoces cuando trasciendes el cuerpo físico y accedes a la energía pránica; sólo entonces, con humildad, aprendes a respetarlo.
Por ello creo que la paciencia y la humildad son quizás las cualidades más importantes en el camino del yoga.
Pattabhi Jois siempre dice «do your practice and all is coming» que se puede traducir por «practica que todo llegará». El aconseja practicar con constancia y perseverancia y los resultados llegan en un 100% de los casos.
Trikonasana in the Beatles Ashram
18 Jul 2017 Deja un comentario
en Basico, hatha yoga, Yoga Etiquetas:ashtanga yoga, portura de yoga, postura del triangulo, rishikesh, the beatles ashram, trikonasana, utthita trikonasana, yoga, yoga asana, yoga beyond the mat
Utthita Trikonasana masiva in the Beatles Ashram in Rishikesh – ¡Qué bonito!
Nancy Gilgoff sobre el Ashtanga
17 Jul 2017 Deja un comentario
en Basico, Lecturas, Yoga Etiquetas:ashtanga as it was, ashtanga en caceres, ashtanga practice, ashtanga reads, ashtanga studies, ashtanga tradicional, ashtanga yoga, como era ashtanga antes, david williams, donde hacer yoga en cáceres, estudiar ashtanga, nancy gilgoff, parampara, sala de yoga caceres, sri pattabhi jois, yoga, yoga con vika, yoga en caceres, yogart caceres, yogashala caceres
ASHTANGA YOGA AS IT WAS
(THE LONG AND SHORT OF IT)
BY NANCY GILGOFF, WRITTEN BY AHARONA SHACKMAN
The following is the way in which Guruji taught me, Nancy Gilgoff, the Primary and Intermediate series of Ashtanga Yoga during my first trip to Mysore, in 1973. David Williams and I stayed for four months that trip and had two classes per day (excluding Saturdays and Moon days).
In the first class, I was taught to do five Surya Namaskara A, plus the three finishing postures – Yoga Mudrasana, Padmasana, and Tolasana. The second class, later that day, was five Surya Namaskara A and five Surya Namaskara B, plus the three finishing. In the next class, Guruji told me to only do three each of Surya Namaskara A and B, and to keep it that way in my practice, and he then began adding on at least two postures per class, always with the three finishing at the end.
Guruji taught me the standing postures through Parsvottanasana, but with no Parivritta Trikonasana or Parivritta Parsvakonasana. After Parsvottanasana he had me jump through to Dandasana.
In the seated postures, there were a minimal amount of vinyasas. There were no vinyasas between sides. Moreover, there were no vinyasas between variations – so all of Janu Sirsasana A, B, and C were done together (right side, left side of A, right, left of B, right, left of C), then a vinyasa before Marichyasana. Then all of the Marichyasana variations, A, B, C, and D, were done together, without vinyasas between sides or variations; then there was a vinyasa before doing three repetitions of Navasana. Baddha Konasana, Upavishta Konasana, and Supta Konasana were also grouped together without vinyasas between them. Ubhaya Padangusthasana and Urdhva Mukha Paschimottanasana were also done together, with no vinyasa between – I was taught to simply change the hand position after Ubhaya Padangusthasana and go right into Urdhva Mukha Paschimottanasana.
In Kurmasana, Guruji had us bring our arms straight out from the shoulders (so the arms were in a straight line), with the knees close to the shoulders. There was no vinyasa to move into Supta Kurmasana; we would pull the feet back first, rounding the back, then clasp the hands together behind the back, and then cross the feet at the ankles in front of the head, with the head tucked in.
After Setu Bandhasana, Guruji added in Utthita Hasta Padangusthasana and Ardha Baddha Padmottanasana – but to be put in the series back in the standing sequence, after Parsvottanasana. (Utkatasana and Virabhadrasana were not in the series at this point, nor were Parivritta Trikonasana or Parivritta Parsvakonasana, all of which were added in later.)
Once Utthita Hasta Padangusthasana and Ardha Baddha Padmottanasana were taught and added into their place in the standing sequence, Intermediate was taught immediately – added on at the end of Primary, with Pashasana following Setu Bandhasana. In fact, I had no idea that there were two separate series until the end of that first four-month trip, when we were leaving, at which point Guruji gave us a sheet of paper with a list of the postures, which were listed as Primary, Intermediate, Advanced A, and Advanced B. At this point he told us to practice one series a day, and only once a day. While we had been with him in Mysore, we had learned both Primary and Intermediate series in the first two months, and after that, he had had us practice both series, together, in entirety, twice a day.
Intermediate Series also contained fewer vinyasas back then. There were no vinyasas between sides (in Pashasana, Krounchasana, Bharadvajasana, Ardha Matsyendrasana, Eka Pada Sirsasana, Parighasana, and Gomukhasana). From Shalabhasana through Parsva Dhanurasana, the asanas were done in a group, with a vinyasa only at the end. Ushtrasana through Kapotasana also were done all together, with a vinyasa only after Kapotasana. The same went for Eka Pada Sirsasana through Yoganidrasana – there were no vinyasas until the Chakrasana after Yoganidrasana.
The Intermediate series, as Guruji taught it to us during that first trip, included Vrishchikasana after Karandavasana. We were taught to hold Pincha Mayurasana for five breaths, bring the legs into lotus and lower down into Karandavasana, hold five breaths, inhale up, and then exhale right into Vrishchikasana for five breaths. The series ended with Gomukhasana. David asked for more, and so, per his request, Guruji added Supta Urdhva Pada Vajrasana as well as the seven headstands – Baddha Hasta Sirsasana A, B, C, and D were taught first, with Mukta Hasta Sirsasana A, B, and C following. Guruji said these were from Fourth Series.
Backbends from both the floor (Urdhva Dhanurasana) and standing (“drop-backs”) were taught after Intermediate Series, as was the rest of the finishing sequence (Paschimottanasana, Salamba Sarvangasana, Halasana, Karnapidasana, Urdhva Padmasana, Pindasana, Matsyasana, Uttana Padasana, and Sirsasana). Up until this point, we had just been doing Yoga Mudrasana, Padmasana, and Tolasana at the end of our practice.
Guruji taught us Pranayama after we had learned the entire Intermediate Series (at the end of our third month in Mysore, about a month after learning all of Intermediate).
I think it was when Guruji came to teach on Maui in 1980 (in Paia) that he added in so many vinyasas, while teaching led classes. When I asked him whether or not to do them in my own practice, as I had been practicing without – as he had taught me, he told me to add in the vinyasas to build my strength. By that trip in 1980 there was still no Parivritta Trikonasana, Parivritta Parsvakonasana, Utkatasana, or Virabhadrasana in the practice. (During another, later trip to the States, Guruji added in Parivritta Trikonasana and Parivritta Parsvakonasana. The next time he came back to Maui to teach, he saw us doing Parivritta Parsvakonasana, asked why we were doing it, and said that this was «crazy posture» and that we should take it out. But the whole Maui crew loved it so much that he said we could leave it in.) (Utkatasana and Virabhadrasana were perhaps added in at some point in the late 1980’s.)
Originally there were four series on the Ashtanga syllabus: Primary, Intermediate, Advanced A, and Advanced B. A fifth series of sorts was the «Rishi series,» which Guruji said could be done once a practitioner had «mastered» these four.
Los Rishis, ¿quienes son?
16 Jul 2017 Deja un comentario
en Basico, hatha yoga, Lecturas, vedic knowledge, Yoga Etiquetas:ashtanga yoga, filosofía de yoga, krishnamacharya, los sabios del yoga, rishi, sages and rishis in yoga, srivatsa ramaswami, vinyasa krama, yoga en caceres, yogart caceres, yogic sages, yoguic knowledge
December 2012 Newsletter from Srivatsa Ramaswami—RISHIS
RISHIS
During my long studentship with Sri Krishnamacharya, he taught several
asanas and vinyasas normally not well known at that time. Some bore
the names of renowned sages or rishis. I had known about rishis being
associated with a few asanas even earlier but these were mostly seated
poses, basically meditative postures like Vajrasana also known as
Dadhichi asana about which I had written earlier. But Sri
Krishnamacharya taught several new asanas I had not known, not even
heard of before. These were also featured in his book Yoga Makaranda.
Some like Bhardwajasana, Marichyasana are simple seated poses but many
others are more difficult ones and one may wonder if the rishi would
be able to stay for a long time in those postures and also meditate.
Of course some of the asanas were one legged poses like Bhagiratasana
and Durvasasana but I had heard and also read in some puranas that
such one legged standing poses were resorted to by several tapasvins
to get the blessings of the Lord. The asanas named after rishis and
taught by my Guru can be classifies into simple seated meditative
poses like Dadhichi asana (vajrasana), more involved seated poses like
Bharadvajasana, Matsyendrasana, Marichyasana and others. Then we have
a few poses which can form a group like the ‘side plank’ poses such as
Vashishtasana, Viswamitrasana, Kasyapasana and others. Then we have a
series of poses centered around ‘ekapada sirsasana’ like Kapilasana.
Krishnamacharya thus taught many asanas bearing the names of well
known rishis—many of which I had not heard of, before I came to study
with him.
These Rishis were well known though, not necessarily for their
yogasana capabilities. There is a view that the entire vedas was
called Arsha or the creation of rishis, even though Sri
Krishnamacharya would say, quoting the vedas, that the vedas are
apourusheya or not created by human beings. The view is that the vedas
were created by creator Brahma when creation took place but were
dormant. The rishis with their deep contemplation were able to tune in
with the hidden vedic mantras and then gave it to human beings for
proper use and understanding. So the rishis were known as “seers of
mantras”, as Yaska the vedic etymologist would say “Rishayah
Mantradrashtarah”. But then vedas were considered revelation of the
absolute truth so another definition of a Rishi as quoted by Sri
Krishnamacharya from a well known Sanskrit thesaurus “Amarakosa” is
that Rishis are revealers of Truth (Rishayah Satyavachasah). Of course
both the definitions could amount to the same. So we can say Rishis
are those who reveal the absolute truth after they experience the
truth through the discovery of vedic mantras. Some scholars indicate
that the words Rishi, Rtam (truth), Rju (proof), Rk( vedic mantra),
Arjava (straightforwardness) can be traced to one sanskrit root “rj’
meaning ‘to be straight’ .
Kapila was a vedic rishi, and still some Indian families carry his
name. According to Bhgavata purana he was the avatar of Lord Narayana
Himself. His discussions and advice to his mother on spiritual matters
known as “Kapila-devaahuti samvada” is very well known. He is credited
with the formalization of the Samkhya philosophy. It was also known as
Seswar Samkhya. He is also credited with the Samkhya Sutras one of the
earliest works on Samkhya even as Iswarakrishna’s Samkhyakarika became
the standard text for Samkhya philosophy. Kapila also is associated
with the story of how the Ganga was brought to earth from the lofty
heights of the Himalayas by Bhagirata. Please read the story of
Bhagirata in an earlier Newsletter.
Maharshi Kashypa is another well known vedic rishi. Reference of
Kashyapa is found in some Buddhist literature also. Rishi Kashypa is
mentioned along with the understanding of the solar system in the well
known Surynamaskara portion of the vedas. ”Kashyapaf pashyako
bhavati”. He is said to be the son of Marichi (does it ring a bell?)
who was believed to be one of the ten ‘mind children’ (manasputras) of
Brahma. Here is an interesting story about how different species were
created. Kashyapaa married 13 women and through them were born so many
offspring/progeny that the whole universe was filled different beings.
Divine beings like the 12 suns (adityas), several creeds of demons,
tigers and lions, birds like garuda (eagle), then snakes and other
reptiles all were born to these women, each set of species to
different wives. Kashyapa thus became the father of all beings and all
beings of the universe were considered to be related to one another
(not just the human beings) through a common forefather Kashyapa. Thus
not only other human beings but all the beings belonging to all the
species were considered kith and kin. Many families in India still
carry his name.
Sage Bharadwaja is another renowned vedic rishi. He is considered to
be a great vedic scholar and teacher. An episode found in the Kaataka
portion of the Taittiriya sakha of Yajur Veda would be of interest.
Bharadwaja was so much concentrating in studying the vedas that even
as the life was coming to an end he was still continuing with his
studies. Indra, the Lord appeared before him and reminded him that it
was almost the end of his life. He told Bharadwaj, “Bharadwaja!! If I
give you another human life what would you like to do?” Back came the
reply, “I will study the Vedas further”. Upon that, the Lord asked him
to look at the three huge mountains the Lord created and took out from
each one of them a handful of earth and placed them before Bharadwaja
and said, “These mountains represent the three vedas and the three
handfuls of dirt in front of you represent the vedas you have studied
so far. You see the vedas are innumerable and infinite (ananta vai
vedaH) and any number of births would not be sufficient to exhaust all
the vedas. You try to understand the essence of the vedas, the source
of all the Universe, the Brahman.” And Bharadwaja became a great
spiritual teacher of the vedas. Again many families carry the
Bharadwaja name.
Vasishta and Viswamitra are two renowned vedic rishis. I have already
written about these two in an earlier article “Yogagate”. Viswamitra
is credited with revealing one of the most important mantras of the
vedas, the Gayatri which is used by thousands everyday and is the
mantra used lifelong by many. Viswamitra also is credited with
teaching a pair of important mantras to Lord Rama (and Lakshmana),
known as balaa and atibalaa mantras in the Ramayana. If one masters
the bala mantra one would not tire during a war and the atibala would
protect the disciple from thirst and hunger while on the battlefield.
Again many families still carry the name of Vasishta and Viswamitra’s
earlier name Kausika.
These are some of the stories of rishis well known to yogis through
the asanas that bear their names. There are many more rishis whose
lives, discoveries and service to mankind in the spiritual path are
very significant and can be found in vedas, puranas, itihasas, smritis
and various other ancient works.
Usually mantra meditation(japa) is well organized. When one wants to
use a mantra she/he should associate the mantra with the author rishi
of the mantra, the meter in which it is constructed and the devata or
the divinity it addresses. If you take the gayatri mantra, you first
say the rishi of gayatri mantra is Viswamitra and touch your head
(nyasa) with the finger tips as head(brain) is the thinking instrument
the rishi used to discover the mantra. One touches the nose(instead of
the mouth) and mentions the name of the meter in which the mantra
occurs and then one touches the heart and mentions the deity that the
mantra represents. In the case of the Gayatri mantra the meter is
(nichru)gayatri and the devata is savita the bright sun and of course
the rishi is Viswamitra. There is another interesting procedure for
the Gayatri meditataion. Prior to Gayatri meditation one has to
welcome or imbibe/invoke into oneself Goddess Gayatri and there is a
mantra called ‘gayatri avaahana mantra ‘. the rishi of this vedic
mantra is Vamadeva and the meter is anushtub and the devata is of
course Gayatri. Likewise when one uses the pranava, the rishi in this
case is Brahma the creator Himself– it is said in the vedas that
Brahma created the Universe chanting “OM”. “Om iti brahma prasauti”
say the vedas. Then in the daily Sandhya routine the seven vyahritis
mantras are used while doing pranayama. The seven vyahritis are bhuH,
bhuvaH, suvaH etc. These are important mantras next only to pranava
and gayatri. Which are the rishis associated with these seven mantras?
They are the seven rishis (sapta rishis) who are Atri, Bhrugu, Kutsa,
Vasishta, Gautama, Kashyapa and Agirasa. What are the seven main
meters found in the vedas? They are gayatri (6 syllables per line),
ushnik (7 syllables), anushtup, the most common meter (8 syllables),
brihati (9 syllables), Pankti (10 syllables) tushtup (11 syllables)
and jagati (12 syllables). And the devatas or divine beings
represented by the mantras and meditated on in the heart would be
agni, vayu, arka, vageesa, varuna, indra and visvedevaH.
When I was young I used to do the rishi asanas with reverence. One day
I started wondering how the sages could stay in these postures like
viswamitrasana, durvasasna for a long time and still meditate. Maybe
some yogis gave the names of rishis for some of the postures. Maybe
asanas with rishi names can be found in older texts like puranas and
smritis, I do not know. It is one of the million questions I did not
ask my Guru. Many postures are named after objects like
catushpadapeetam or table pose, Some were given the names representing
the effects the posture has like paschimatanasana (posterior stretch
pose) or sarvangasana (whole body benefiting asana) and some were
named after rishis I guess. The rishi poses are majestic, great fun,
but the mantras and philosophies of the rishis are very profound
indeed. Rishis are known and remembered more for the mantras and
philosophies and not so much for their yoga poses.
Sincerely
Srivatsa Ramaswami
Pattabhi Jois in New York
06 May 2017 Deja un comentario
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Un precioso documental que ha salido hace 15 años, sobre el viaje de Guruji y su familia – su hija Saraswati, sus nietos Sharath y Sharmila, a Nueva York, para impartir el workshop de un mes de duración. Muy bonito e emocionante!!
Yoga Makaranda de Krishnamacharya
16 Abr 2017 Deja un comentario
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El Yoga Makaranda fue el primer libro de Sri T. Krishnamacharya (Guru de Sri K. Pattabhi Jois) escrito en 1932. Se cree que Krishnamacharya escribió este libro en menos de una semana (algunos dicen que lo escribió en 4 días) y fue publicado por primera vez en lenguaje Kanada en 1934, siendo posteriormente traducido al tamil.
Sobre los orígenes de este texto, se sabe que Krishnamacharya después de su vuelta de los Himalayas, luego de pasar un periodo de siete años de instrucción con su Guru Rama Mohan Brahmachari, pasó algún tiempo en Varanasi. Curiosamente en esa fecha, cumplía sesenta años la madre del Maharaja de Mysore: Krishna Raja Wadiyar IV, residenciada en Varanasi, lo que llevó al Maharaja a esa ciudad donde se encontraría con Krishnamacharya. Entre los dos hombres surgió una gran amistad. Krishna Raja Wadiyar se convirtió en un importante alumno y benefactor de Krishnamacharya. De esta manera, Krishnamacharya empezó pronto a enseñar en el templo Vishnu en Mysore junto al palacio Jaganmohan en el centro de la ciudad. Por pedido del Maharaja escribió algunos libros, siendo el primero de ellos el Yoga Makaranda, también escribió en ese período el Yoganjali y Yogasanalu. Krishnamacharya no era solamente el maestro de yoga del Maharaja sino también su amigo y consejero en asuntos políticos.
Según se sabe, este texto no se volvió a editar posteriormente. Hasta hace quizá un año, era prácticamente imposible conseguir una copia, muchos buscadores decían que la única copia disponible se encontraba en Biblioteca del Palacio del Maharaja en Mysore. Hubo muchas polémicas sobre como conseguir un ejemplar de este texto.
Felizmente, el Yoga Makaranda fue liberado de forma gratuita al mundo por Lakshmi & Nandini Ranganathan y montado por primera vez en el blog de Grimmly07 en abril del 2011. Este Texto es considerado para muchos el Santo Grial, el “origen” del sistema vinyasa, por ser el primer texto escrito disponible (y accesible) sobre vinyasa krama (Siendo el paradero del Yoga Korunta desconocido, ya que el texto supuestamente fue destruido). No sólo es de gran importancia para los practicantes del Sistema Ashtanga Vinyasa, sino también es fundamental para los practicantes de la mayoría de los estilos de yoga actual sucesores del Sistema Vinyasa Krama original. Al leerlo se puede observar la clara influencia que dejo este libro sobre nuestro amado Guruji, reflejándose posteriormente en su obra: Yoga Mala, el cual es sin duda el texto más importante para los practicantes de Ashtanga vinyasa Yoga.
A continuación les anexo una copia PDF de este maravilloso texto:
Haz clic para acceder a makaranda.pdf
Backbending / Extensiones con Deepika Mehta
13 Mar 2017 Deja un comentario
en Basico, Video Etiquetas:ashtanga caceres, ashtanga yoga, backbending, deepika mehta, donde hacer yoga en cáceres, extensiones de la columna, hatha yoga, kapotasana, postura de media rueda, posturas de yoga, yoga
EL PARAMPARA EN EL ASHTANGA YOGA DEL KPJAYI
06 Feb 2017 1 comentario
en Basico, Yoga Etiquetas:ahstanga yoga en Cáceres, artículos sobre el yoga, ashtanga en Mysore, ashtanga yoga, centro de yoga en cáceres, donde hacer yoga en la india, donde hacer yoga en mysore, estudiar en Mysore, ir a mysore hacer yoga, parampara, practicar ashtanga, Sharath, Sri Pattabju Jois, yoga, yoga en caceres, yoga shala caceres
Namaste!! Me gustaría compartir este maravilloso artículo acerca la tradición de Ashtanga Yoga, precisamente la importancia de estudiar con el Maestro. Útil para todos los practicantes de este método, ayuda resolver muchas dudas y responder a las preguntas. Y después – a la esterilla a practicar!!
EL PARAMPARA EN EL ASHTANGA YOGA DEL KPJAYI
Por Mariela Cruz de Costa Rica.
Una de las tareas que mi maestro Sharath me encomendó fue la de educar a la gente y transmitirles que es el Ashtanga Yoga del KPJAYI en Mysore, India. El esfuerzo de casi quince años en este camino me ha permitido ver muchas cosas. Se que hay mucha gente enseñando el Ashtanga sin haber puesto un pie en India y también se de gente que ha ido una vez y abren clases Mysore en sus estudios. La aclaración es importante dada la popularidad de este método, su eficacia y la importancia de preservarlo intacto.
A través de Namasté, mi estudio en Costa Rica, de mis viajes por el mundo para enseñar y ahora también a través de Ashtanga Magazine, un esfuerzo virtual conjunto con una querida estudiante, Gabriela Díaz Musmanni y ahora Guillermina Watkins, también con EKAM en Guatemala y María Enríquez, aspiramos todos a educar a los practicantes y difundir el método del KPJAYI para así crear una cultura del Ashtanga Yoga en Centro y Latinoamérica e iluminar sobre tanta confusión que ha habido y hay sobre el método, sus creadores y el Parampara o Linaje (la transmisión de maestro a discípulo).
Me preguntan cómo puede uno llegar a ser maestro en esta tradición. La única respuesta es yendo a Mysore, India. El KPJAYI ofrece en estos momentos clases para todos los niveles, incluso principiantes de cero. Saraswati y Sharath hacen una labor titánica sosteniendo el legado de su padre y abuelo, Sri K. Pattabhi Jois. Guruji enseñó por casi 70 años ininterrumpidamente y su legado es monumental.
Para formarse como maestros en este linaje el primer paso es construir una práctica personal. Para ello, es importante aprender la Primera Serie de maestros que hayan tenido contacto con la fuente. Una vez aprendida la Serie, el siguiente paso es planear el primer viaje a India. Este primer viaje tiene mucho significado e innumerables obstáculos tratarán de evitar que suceda. El camino en Ashtanga es todo, no sólo la práctica en el mat. A aquellos que franqueen estos primeros intentos y salgan airosos, en Mysore los espera una escuela seria, dirigida por un maestro joven en años pero con más de 20 años de experiencia en su práctica personal y muchos otros enseñando.
El primer viaje está cargado de emoción y expectativas. Ahí uno aprende sobre el otro lado del mundo, una cultura nueva. Comida, transporte, gente. India reta nuestros conceptos occidentales y también nos pone continuamente en lugares incómodos. La primera vez es de esperarse diarrea, vómitos y fiebre. El agua no es muy amigable. Sin embargo, una vez franqueados estos pequeños obstáculos nuestra práctica empieza a brillar. Primera enseñanza: soltar y confiar.
La primera vez en el shala probablemente no nos alcen ni a ver. Tampoco sabrán nuestro nombre. Recibiremos ajustes entre cientos de practicantes y hay poca atención personal. Uno va allá a sentir el fuego de la fuente más que a destacar en el mat. Somos un cuerpo anónimo entre muchos y esa es la segunda enseñanza: humildad.
Si somos lo suficientemente tenaces, sobreviviremos ese primer mes de práctica diaria. Se aconseja cultivarla por lo menos un año antes de embarcarse en la aventura para evitar lesiones ya que el Ashtanga practicado correctamente es una sanación a todo nivel. Practicado fuera del Paramapara o linaje es más arriesgado y por eso la mala fama que tiene de ser un yoga muy intenso y difícil.
Sí, es un yoga intenso y difícil. Sí, es posible que el cuerpo nos duela. Si, nos pide levantarnos muy temprano e ir a los lugares incómodos dentro de nosotros. Pero NADA se compara a lo que nos da de vuelta.
Si decidimos regresar a Mysore, los siguientes viajes serán un misterio. Sharath se cuida mucho actualmente de a quién da su bendición para enseñar. No hay nada escrito y tenemos que estar dispuestos a confiar plenamente en su criterio. Más que un papel, el KPJAYI y su maestro ofrecen una transformación radical de vida. Ofrecen una vida nueva. Una mente y cuerpo nuevos. Todo cambia para bien.
En sólo la primera serie, los obstáculos de Marichyasana D, Bujapidasana, Kurmasana, Supta Kurmasana y Garbha Pindasana mantienen a muchos practicantes ocupados por años. No son las posturas sino los nudos psíquicos y físicos que hemos cargado por años y a veces vidas los que empiezan a salir. Nos duelen partes específicas del cuerpo donde hemos cargado tensión y dolor y todo tiene un significado más profundo.
Franqueada la primera serie, tal vez sintamos por dentro el gusanillo de enseñar. De compartir un poco de todo lo que hemos recibido. De ir más profundo. Ya aquí depende del Maestro y lo único que podemos hacer es seguir yendo a Mysore ojalá anualmente. Si Sharath se fija en nosotros y nos ofrece su bendición, hay tres tipos:
1. Autorización 1: la recibe aquel estudiante que ha completado la Primera Serie en Mysore. Se recibe después de unos cuatro viajes a Mysore de tres meses cada uno.
2. Autorización 2: la recibe aquel que ha completado Primera y Segunda Series en Mysore. Se recibe después de unos ocho viajes a Mysore.
3. Certificación: la recibe aquel maestro o maestra que ha terminado la Tercera Serie y además, cuenta con una relación de profundo respeto y confianza con Sharath. Se recibe después de doce o más viajes a la fuente.
El camino es estrecho, los obstáculos muchos. Lo que nos espera al otro lado es TODO lo que anhelamos. Sin embargo, el Ashtanga Yoga no es para todos. Es para todas las edades, para todas las condiciones. Pero no es para la gente perezosa, decía Guruji.
Agradezco a todos aquellos que me han impulsado en mi viaje personal a través de sus muestras de apoyo y cariño, entre ellos por supuesto mi familia, mis queridos hijos, mis padres y aquellos estudiantes devotos y serios que he topado en el camino. Sin su apoyo no hubiera tomado el avión doce veces para cruzar el mundo, pero sobre todo, no hubiera podido atravesar el miedo que me tenía atrapada.
El Ashtanga Yoga, correctamente enseñado como método de sanación para el ser humano y transmitido con la bendición de sus creadores, es un tesoro para todos. Ojalá mucha más gente pueda recibir todas sus bendiciones.
Nos pide mucho…pero ALL is coming.
Namasté,
Mariela.
Nuevo curso – nuevo cartel!!
11 Sep 2016 Deja un comentario
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Namaste!
Aquí os dejo nuestro nuevo cartel, para compartirlo con la gente interesada vía electrónica o cualquier otra!! Y por supuesto, os espero en clases cada día de lunes a viernes!!
Tenemos ciertas mejoras tanto en material que usamos como en calidad de las clases, nueva clase de Kundalini yoga, y más novedades que iremos anunciando en marcha. Así que no dudes en empezar tus clases o retomarlas en caso que tuviste que coger unos meses de descanso!!
Bienvenid@s!!
Nuestros alumnos disfrutando del Yoga!
15 Jul 2016 Deja un comentario
en Basico, Nuestas Clases y Reencuentros, Posturas Etiquetas:asanas, asanas de yoga, ashtanga yoga, centro de yoga cáceres, clases de yoga en cáceres, como se hace yoga, donde hacer yoga en cáceres, donde hacer yoga en verano en cáceres, espacio yogart cáceres, hatha yoga, pilates cáceres, posturas de yoga, que es yoga, yoga cáceres, yoga con vika cáceres, yoga dinámico cáceres, yoga en verano extremadura, yogart caceres
Buenos días!
Qué ilusión recibir las fotos de nuestros alumnos practicando Yoga fuera de la clase!! Esta entrada está dedicada a vosotr@s – mis Maestros y alumnos en mismo tiempo. Una inspiración y motivación tremenda!!
Dani haciendo Sirsasana, portura de cabeza, en Francia!!
Lucia disfrutando de Yoga con Bruma!!!
Lari haciendo Bakasana, el Cuervo, en la cierra!!
Isa haciendo Natarajasana, portura del Bailarín Réal, en Portugal!!
Y Dani también haciendo Paschimottanasana y Bakasana con su Brumita en las playas de Francia!!
María haciendo Urdhva Dhanurasana – media rueda, Raja Kapotasana – la Paloma Réal, y Bakasana – el cuervo, en las playas de Cadiz!!
Y Jose Alberto en los Arribes de Duero, Extremadura!
…y en el Cuervo, como que no ))
Inma se ha tomado el reto de la postura del Ave del Paraíso, y lo ha logrado!!
Qué bien lo estáis pasando, bonitos!! Y cuánto me alegra ver vuestro avance y ganas de practicar, descubrir, y lo más importante – disfrutar de la vida con el Yoga!!
Namaste y buen veranito 🙂
Psoas – el músculo del alma
30 Jun 2016 Deja un comentario
en Basico, hatha yoga, Lecturas, Posturas, Yoga Etiquetas:asanas, ashtanga yoga, beneficios de yoga, centro de yoga cáceres, clases de yoga en cáceres, donde hacer yoga en cáceres, el psoas, espacio yogart cáceres, estabilizar la columna vertebral, fortalecer el psoas, hatha yoga, importanci del psoas, liberar tensiones, músculo del alma, pilates cáceres, psoas músculo del alma, yoga, yoga cáceres, yoga con vika cáceres, yoga en caceres, yoga en casa, yogart caceres
PSOAS: EL MÚSCULO DEL ALMA
La importancia del psoas para nuestra salud, vitalidad y bienestar emocional.
El psoas es el músculo más profundo y estabilizador del cuerpo humano, que afecta a nuestro equilibrio estructural, amplitud de movimiento, movilidad articular y funcionamiento de los órganos del abdomen.Es el único músculo que conecta la columna vertebral con las piernas, el responsable de mantenernos de pie y el que nos permite levantar las piernas para caminar. Un psoas sano estabiliza la columna vertebral y proporciona apoyo a través del tronco, formando además un buen estante para los órganos abdominales.
Muchas posturas de YOGA trabajan para liberar la tensión innecesaria del psoas; pues un psoas relajado nos permite fluir, jugar con la vida y desplegar nuestra vitalidad y expresión creativa.
En algunas filosofías orientales al psoas se le conoce como el “músculo del alma”, un centro de energía principal del cuerpo. Cuanto más flexible y fuerte esté el psoas, más podrá nuestra energía vital fluir a través de los huesos, músculos y articulaciones.
El psoas sería como un órgano de canalización de la energía, un núcleo que nos conecta a la tierra, nos permite crear un soporte firme y equilibrado desde el centro de nuestra pelvis. Así, la columna vertebral se alarga y a través de ella, puede fluir toda nuestra vitalidad.
¿De qué te sirve el yoga?
19 Ene 2016 Deja un comentario
en Basico, hatha yoga, Yoga Etiquetas:ashtanga yoga, beneficios de yoga, centro de yoga cáceres, de que sirve el yoga, donde hacer yoga en cáceres, hatha yoga, meditación cáceres, que es el yoga, relajación en cáceres, yoga, yoga en caceres, yogart caceres
Si preguntaran a muchas personas»¿De qué te sirve el Yoga?», quizás la mayoría respondería de forma ambigua, algo así como «para relajarme y estirar los músculos» o «hace que me sienta mucho mejor». En realidad sus beneficios son muchos más y ser conscientes de ellos nos permite interiorizarlos aun mejor:
A nivel físico: Relajación, conciencia del cuerpo, estilización, flexibilidad, armonía
A nivel funcional: Refuerzo y equilibrio de los sistemas nervioso, circulatorio, digestivo, respiratorio, glandular, inmune…
A nivel mental: serenidad, autocontrol, aumento de las capacidades intelectuales
A nivel psíquico: fuerza de voluntad, confianza, estabilidad, equilibrio emocional, libre albedrío
A nivel energético: canalización equilibrada de la energía vital, influyendo en la mejora de todas las funciones
A nivel filosófico-espiritual: escucha interior, integración del cuerpo y de la mente, asumir y darnos cuenta de lo que somos, cómo somos y dónde estamos: situarnos, centrarnos, aceptarnos. Comprender el significado de la existencia
A qué esperas para comenzar tu practica de Yoga?
Te esperamos!
NAMASTE
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