EL PARAMPARA EN EL ASHTANGA YOGA DEL KPJAYI

Namaste!! Me gustaría compartir este maravilloso artículo acerca la tradición de Ashtanga Yoga, precisamente la importancia de estudiar con el Maestro. Útil para todos los practicantes de este método, ayuda resolver muchas dudas y responder a las preguntas. Y después – a la esterilla a practicar!!

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EL PARAMPARA EN EL ASHTANGA YOGA DEL KPJAYI
Por Mariela Cruz de Costa Rica.

Una de las tareas que mi maestro Sharath me encomendó fue la de educar a la gente y transmitirles que es el Ashtanga Yoga del KPJAYI en Mysore, India. El esfuerzo de casi quince años en este camino me ha permitido ver muchas cosas. Se que hay mucha gente enseñando el Ashtanga sin haber puesto un pie en India y también se de gente que ha ido una vez y abren clases Mysore en sus estudios. La aclaración es importante dada la popularidad de este método, su eficacia y la importancia de preservarlo intacto.

A través de Namasté, mi estudio en Costa Rica, de mis viajes por el mundo para enseñar y ahora también a través de Ashtanga Magazine, un esfuerzo virtual conjunto con una querida estudiante, Gabriela Díaz Musmanni y ahora Guillermina Watkins, también con EKAM en Guatemala y María Enríquez, aspiramos todos a educar a los practicantes y difundir el método del KPJAYI para así crear una cultura del Ashtanga Yoga en Centro y Latinoamérica e iluminar sobre tanta confusión que ha habido y hay sobre el método, sus creadores y el Parampara o Linaje (la transmisión de maestro a discípulo).

Me preguntan cómo puede uno llegar a ser maestro en esta tradición. La única respuesta es yendo a Mysore, India. El KPJAYI ofrece en estos momentos clases para todos los niveles, incluso principiantes de cero. Saraswati y Sharath hacen una labor titánica sosteniendo el legado de su padre y abuelo, Sri K. Pattabhi Jois. Guruji enseñó por casi 70 años ininterrumpidamente y su legado es monumental.

Para formarse como maestros en este linaje el primer paso es construir una práctica personal. Para ello, es importante aprender la Primera Serie de maestros que hayan tenido contacto con la fuente. Una vez aprendida la Serie, el siguiente paso es planear el primer viaje a India. Este primer viaje tiene mucho significado e innumerables obstáculos tratarán de evitar que suceda. El camino en Ashtanga es todo, no sólo la práctica en el mat. A aquellos que franqueen estos primeros intentos y salgan airosos, en Mysore los espera una escuela seria, dirigida por un maestro joven en años pero con más de 20 años de experiencia en su práctica personal y muchos otros enseñando.

El primer viaje está cargado de emoción y expectativas. Ahí uno aprende sobre el otro lado del mundo, una cultura nueva. Comida, transporte, gente. India reta nuestros conceptos occidentales y también nos pone continuamente en lugares incómodos. La primera vez es de esperarse diarrea, vómitos y fiebre. El agua no es muy amigable. Sin embargo, una vez franqueados estos pequeños obstáculos nuestra práctica empieza a brillar. Primera enseñanza: soltar y confiar.

La primera vez en el shala probablemente no nos alcen ni a ver. Tampoco sabrán nuestro nombre. Recibiremos ajustes entre cientos de practicantes y hay poca atención personal. Uno va allá a sentir el fuego de la fuente más que a destacar en el mat. Somos un cuerpo anónimo entre muchos y esa es la segunda enseñanza: humildad.

Si somos lo suficientemente tenaces, sobreviviremos ese primer mes de práctica diaria. Se aconseja cultivarla por lo menos un año antes de embarcarse en la aventura para evitar lesiones ya que el Ashtanga practicado correctamente es una sanación a todo nivel. Practicado fuera del Paramapara o linaje es más arriesgado y por eso la mala fama que tiene de ser un yoga muy intenso y difícil.

Sí, es un yoga intenso y difícil. Sí, es posible que el cuerpo nos duela. Si, nos pide levantarnos muy temprano e ir a los lugares incómodos dentro de nosotros. Pero NADA se compara a lo que nos da de vuelta.

Si decidimos regresar a Mysore, los siguientes viajes serán un misterio. Sharath se cuida mucho actualmente de a quién da su bendición para enseñar. No hay nada escrito y tenemos que estar dispuestos a confiar plenamente en su criterio. Más que un papel, el KPJAYI y su maestro ofrecen una transformación radical de vida. Ofrecen una vida nueva. Una mente y cuerpo nuevos. Todo cambia para bien.

En sólo la primera serie, los obstáculos de Marichyasana D, Bujapidasana, Kurmasana, Supta Kurmasana y Garbha Pindasana mantienen a muchos practicantes ocupados por años. No son las posturas sino los nudos psíquicos y físicos que hemos cargado por años y a veces vidas los que empiezan a salir. Nos duelen partes específicas del cuerpo donde hemos cargado tensión y dolor y todo tiene un significado más profundo.

Franqueada la primera serie, tal vez sintamos por dentro el gusanillo de enseñar. De compartir un poco de todo lo que hemos recibido. De ir más profundo. Ya aquí depende del Maestro y lo único que podemos hacer es seguir yendo a Mysore ojalá anualmente. Si Sharath se fija en nosotros y nos ofrece su bendición, hay tres tipos:

1. Autorización 1: la recibe aquel estudiante que ha completado la Primera Serie en Mysore. Se recibe después de unos cuatro viajes a Mysore de tres meses cada uno.

2. Autorización 2: la recibe aquel que ha completado Primera y Segunda Series en Mysore. Se recibe después de unos ocho viajes a Mysore.

3. Certificación: la recibe aquel maestro o maestra que ha terminado la Tercera Serie y además, cuenta con una relación de profundo respeto y confianza con Sharath. Se recibe después de doce o más viajes a la fuente.

El camino es estrecho, los obstáculos muchos. Lo que nos espera al otro lado es TODO lo que anhelamos. Sin embargo, el Ashtanga Yoga no es para todos. Es para todas las edades, para todas las condiciones. Pero no es para la gente perezosa, decía Guruji.

Agradezco a todos aquellos que me han impulsado en mi viaje personal a través de sus muestras de apoyo y cariño, entre ellos por supuesto mi familia, mis queridos hijos, mis padres y aquellos estudiantes devotos y serios que he topado en el camino. Sin su apoyo no hubiera tomado el avión doce veces para cruzar el mundo, pero sobre todo, no hubiera podido atravesar el miedo que me tenía atrapada.

El Ashtanga Yoga, correctamente enseñado como método de sanación para el ser humano y transmitido con la bendición de sus creadores, es un tesoro para todos. Ojalá mucha más gente pueda recibir todas sus bendiciones.

Nos pide mucho…pero ALL is coming.

Namasté,
Mariela.